La fotografía es la disciplina creativa que afecta a más persona. Es el arte de la modernidad y los lenguajes visuales son los que están dominando la comunicación.

La fotografía, y la imagen fija son actualmente el principal medio de comunicación social y por tanto tienen una función vehicular en las relaciones sociales, afectando a todas las áreas en las que esta ocurra. Permite la creación y difusión de conocimiento, información, patrimonio y en tanto que práctica cultural alienta la cohesión social y la interculturalidad.

El hecho de ver fotografía se pone de manifiesto desde que pisamos la calle, se expande por todos los espacios, reales y virtuales. Esta en nuestro día a día, en nuestras redes sociales, en los discos de memoria de nuestros teléfonos móviles, en los medios de comunicación, en libros y revistas, en espacio culturales, y en nuestro patrimonio cultural.

Los festivales fotográficos llevan el arte y la cultura visual a lugares que han apostado por ofrecer un producto cultural, aún con recursos muy limitados, que a su vez facilita el desarrollo en estas disciplinas en las personas de esos territorios o ciudades, como visitantes y/o futuros autores/as. Crean riqueza y economía social ligada a la cultura.

Las actividades expositivas, de formación y de promoción fotográfica que se vienen realizando desde los territorios, son apuestas culturales que complementan y hacen llegar a los visitantes muestras de calidad que difícilmente se podrían ver si no fuera por la labor de promoción y difusión que en este sentido desarrollan los festivales de fotografía, la mayor de las veces con exiguos recursos, resueltos por el entusiasmo y la pasión de las personas (promotores, autores y colaboradores) que los sacan adelante.